Improving Care for Patients with Clostridioides Difficile Infection: A Clinical Practice and Healthcare Systems Perspective
19 Jan 2023
Imagen de Natali_Mis/Getty Images
Las bacterias Clostridioides difficile (C. difficile) se encuentran comúnmente en el sistema digestivo humano. En personas sanas, las bacterias, en principio, no causan daños. Sin embargo, el uso de antibióticos puede desencadenar la disbiosis al eliminar las bacterias intestinales que mantienen inhibida a la C. difficile, lo que le permite multiplicarse a niveles patológicos. Esto puede derivar en una variedad de síntomas como la diarrea, la fiebre, la inflamación del intestino delgado, la septicemia y, en algunos casos, la muerte. Los paciente con CDI pueden enfrentar diversos desafíos para obtener un diagnóstico, así como durante el tratamiento y en el control de la infección. Los profesionales de la salud que tratan la CDI también enfrentan obstáculos, como pruebas de diagnóstico deficientes, dificultades para el reintegro y límites en las capacidades del personal.
Ferring Pharmaceuticals le encomendó a la corporación RAND de Europa que llevara a cabo dos estudios independientes.
El primer estudio tenía como objetivo identificar y caracterizar los desafíos en las vías de atención de los pacientes con infección por la C. difficile y determinar los ámbitos principales para mejorar la atención.
Obtenga más información sobre el abordaje de los desafíos en la atención de los pacientes con infección por la Clostridioides difficileLos antibióticos forman parte del tratamiento estándar para la CDI, pero, paradójicamente, a veces pueden empeorar la disbiosis, lo que conduce al círculo vicioso de la rCDI. Por lo tanto, puede ser beneficioso utilizar tratamientos alternativos para tratar la disbiosis.
El trasplante de microbiota fecal (TMF) se ha convertido en el abordaje más recomendado en las pautas de tratamiento, como opción para tratar y prevenir la rCDI. El TMF implica trasplantar una muestra de heces de un donante sano a un paciente con rCDI para tratar la disbiosis mediante la restauración del microbioma intestinal. Varios estudios previos permiten suponer que el TMF es seguro y eficaz. No obstante, existen desafíos relacionados con su implementación y administración, como la capacidad limitada del sistema sanitario, la incorporación y selección de donantes y las reglamentaciones nacionales, regionales y locales. Además, se necesita más investigación en este ámbito para entender cómo respaldar las buenas prácticas de atención de los pacientes con rCDI.
El segundo estudio tenía como objetivo entender el TMF como tratamiento de la C. difficile recidivante, lo que comprende la estandarización y la reglamentación del TMF y los bancos de heces, así como los posibles desafíos de su realización.
Obtenga más información sobre la exploración de las diferencias en el acceso al trasplante de microbiota fecal